Cada vez que tu patrón paga la cuota obrero-patronal, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registra siete días de cotización en tu historial. Esos bloques de tiempo —las semanas cotizadas— son la “moneda” con la que compras no solo tu futura pensión, sino prácticamente todas las prestaciones del Seguro Social. Entender cuántas tienes y para qué se usan marca la diferencia entre un retiro cómodo y uno precario.
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1. ¿Qué son exactamente las semanas cotizadas?
Son periodos de siete días naturales durante los cuales existió una relación laboral registrada ante el IMSS y se pagaron cuotas. El Instituto las almacena en tu expediente ligado a tu NSS; si aún no conoces tu número, consúltalo con esta guía en cinco minutos.
2. ¿Para qué sirven las semanas cotizadas?
a) Derecho a pensión
Las semanas son el requisito indispensable para jubilarte. Bajo Ley 73 necesitas mínimo 500; para quienes empezaron a cotizar después de 1 de julio de 1997 (Ley 97), la meta sube gradualmente de 800 a 1 000 semanas entre 2023-2030.
b) Monto de la pensión
No solo importan la edad y el salario; cada bloque de siete días incrementa la Tasa de Reemplazo. Con 1 250 semanas, por ejemplo, la pensión Ley 97 es hasta 25 % mayor que con 1 000.
c) Prestaciones económicas
Ciertas incapacidades, seguros de vida y créditos INFONAVIT exigen un umbral mínimo de semanas vigentes. Si tramitas una incapacidad por enfermedad, el IMSS verifica que mantengas al menos cuatro semanas cotizadas previas al diagnóstico.
d) Acceso a modalidades voluntarias
Para inscribirte en la Modalidad 40 necesitas 52 semanas dentro de los últimos cinco años; con menos, el sistema rechaza la solicitud.
3. ¿Cómo se calculan y actualizan?
El conteo es automático: cada día natural con alta vigente suma 1/7 de semana. Al llegar el sábado, el IMSS redondea y agrega una unidad completa al historial. Si trabajas medio tiempo o recibes salario variable, las semanas no disminuyen; lo que cambia es el salario base con el que se pagaron las cuotas.
4. ¿Dónde consultar tus semanas cotizadas gratis?
El camino más rápido es el Escritorio Virtual IMSS. Ingresa a serviciosdigitales.imss.gob.mx, selecciona la tarjeta «Constancia de Semanas Cotizadas» y autentícate con CURP, correo y tu NSS. ¿No recuerdas tu número? Recupéralo en minutos con esta guía rápida. El sistema genera un PDF con el total histórico, el salario promedio y la relación de tus últimas cinco altas; guárdalo en la nube y actualízalo cada seis meses para llevar un control puntual.
Si prefieres el teléfono, llama al 800 623 23 23, opción 3. Un operador validará tu identidad con fecha de nacimiento y te dictará el número exacto de semanas registradas. Quien necesite el documento físico puede acudir al módulo de Afiliación y Vigencia de cualquier UMF; basta presentar identificación y CURP para que impriman la constancia firmada y sellada en ese momento.
Por último, la App IMSS Digital ofrece la consulta exprés en el apartado «Trámites → Semanas Cotizadas». El resultado aparece en pantalla y es idéntico al PDF del portal, aunque sin la firma digital; útil para verificar datos al instante mientras reúnes los requisitos para modalidades como la Modalidad 40.
5. Formas de incrementar tus semanas
Continuar trabajando es la vía natural, pero si perdiste tu empleo tienes dos caminos: contratar la Modalidad 40 para seguir acumulando semanas y subir tu salario base, o usar la Modalidad 10 para conservar servicio médico mientras buscas un nuevo puesto. Recuerda que las semanas no se borran; se congelan al darte de baja y se reactivan cuando vuelves a cotizar.
6. Errores comunes al interpretar las semanas
El tropiezo que más confunde a los derechohabientes es equiparar las semanas cotizadas con las semanas reconocidas; las primeras aparecen en tu reporte preliminar, mientras que las segundas son las que el IMSS valida una vez revisados tus movimientos patronales y aclarados los periodos duplicados o faltantes. Por eso, el total que ves hoy podría disminuir después de un dictamen
definitivo si existen baches de pago.
Un segundo malentendido frecuente consiste en contar únicamente los años efectivamente trabajados y asumir que cada año equivale a 52 semanas. Vacaciones, incapacidades, licencias de maternidad o permisos sin goce también suman, siempre que el patrón haya cubierto las cuotas correspondientes; en el extremo opuesto, si la empresa omitió pagar un bimestre, el sistema descuenta esas semanas aun cuando tú sí estuviste laborando.
Finalmente, muchos usuarios creen que la Modalidad 10 —que brinda solo servicio médico— incrementa su conteo de semanas; la realidad es que no añade ninguna. La modalidad que sí suma es la Modalidad 40, pues replica las cuotas obrero-patronales; confundir ambas modalidades lleva a planificaciones de retiro equivocadas y, en el peor de los casos, a recibir una pensión mucho menor de la esperada.
Preguntas frecuentes
¿Puedo comprar semanas cotizadas?
No. Lo único que “compra” semanas es cotizar, ya sea con un patrón o mediante Modalidad 40.
¿Las semanas de ISSSTE se suman a IMSS?
Sí, mediante portabilidad; el proceso tarda 6-12 meses y requiere constancias de ambos institutos.
¿Pierdo mis semanas si dejo de aportar varios años?
No se pierden; permanecen en tu historial, pero pierdes derechos médicos después de un periodo de conservación.
Las semanas cotizadas son la unidad básica que el IMSS usa para otorgar pensiones, créditos y subsidios. Consultarlas con regularidad y planear estrategias —como la Modalidad 40— asegura que tu pensión futura sea suficiente y llegue a tiempo.